Ingredientes:
250 gr.
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Harina de fuerza
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20 gr.
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Levadura
prensada
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3
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Huevos
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40 gr.
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Azúcar
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40 gr.
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Mantequilla
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8 gr.
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Sal
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15 gr.
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Comino triturado
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125 ml.
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Leche o agua
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Canela en polvo,
esencia de vainilla y ralladura de limón
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Elaboración:
Sobre
la mesa, formaremos una balsa con la harina y en su centro pondremos todos los
ingredientes. Con la mano los iremos removiendo y deshaciendo, añadiendo leche
y recogiendo la harina, hasta conseguir un amasijo.
Trabaje el conjunto con
energía hasta que se despegue de las manos y de la mesa. Debe dársele un tacto
un poco más blando que el brioche. Después de un breve reposo, con aceite y un
rodillo, laminaremos esta masa sobre la mesa, dándole un espesor de un
centímetro.
Podemos dar formato de dos maneras, una, cortar cuadrados de 4 cm. y antes de freír con el dedo hacer un agujero en el centro o cortar tiras de 1.5 cm. y unir los extremos dando forma de rosquilla,
colocar sobre latas aceitadas, y dejar fermentar hasta doblar su tamaño.
Freímos en aceite de girasol a temperatura media, el aceite de oliva deja un sabor demasiado intenso a mi gusto, hasta conseguir un color dorado optimo por todos los lados, dejamos escurrir sobre una reja y rebozamos con azúcar grano, listos para degustar.
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